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Pet Shop Boys convierten Startlite Occident en un templo del pop atemporal

Pet Shop Boys convierten Startlite Occident en un templo del pop atemporal

Crónica Laura Sánchez; Fotografías Óscar Lugo

La noche del 16 de julio, Starlite Occident volvió a brillar con una intensidad especial. Los Pet Shop Boys, leyendas vivas del pop electrónico, regresaron al auditorio boutique de Marbella con su gira : , colgando el cartel de “sold out” y ofreciendo una de esas noches míticas que tanto nos gustan a los que amamos la música en directo.

Lo que vivimos no fue solo un repaso por cuatro décadas de himnos: fue un viaje inmersivo, con un audiovisual increíble, que emocionó, hizo bailar y recordó por qué Neil Tennant y Chris Lowe siguen marcando el ritmo del pop internacional después de tanto tiempo. Desde que sonaron los primeros acordes de , quedó claro que iba a ser un derroche de nostalgia, de energía y de perfección sonora.

El concierto comenzó pasadas las 22.15h. El ambiente era de expectación y devoción. El escenario empezó a llenarse de humo y, cuando Neil y Chris aparecieron cubiertos con máscaras y envueltos en la escenografía led, la ovación del público hizo retumbar la cantera de Nagüeles.

Tras un cambio de look, donde ya pudimos ver sus caras, Neil, impecable en su puesta en escena y con esa voz inconfundible que sigue acariciando y desgarrando a la vez, llegó a confesar: “Es la tercera vez que tocamos en Starlite Occident, y cada vez es mejor”.

El repertorio fue, como su gira promete, un “sueño”: , , ’ , , , , W / ’ … Cada tema encendía a un auditorio que coreaba cada palabra. Hubo espacio para un momento mítico, que fue ́, la primera canción que Pet Shop Boys compuso allá por 1982, y para un cierre majestuoso con W , demostrando que la nostalgia, cuando se sirve con este nivel de arte y respeto al público, no es pasado, sino eternidad.

Con su acústica natural impecable, su enclave único y esa combinación tan «Starlite» de conciertos, gastronomía y ambiente exclusivo, el festival boutique más grande del mundo volvió a dejar claro que es mucho más que un festival.

Gracias, Starlite, por regalarnos otra noche mágica. Y gracias, Pet Shop Boys, por recordarnos que lo bueno nunca pasa de moda.